viernes, 17 de septiembre de 2010

Puta que es linda mi tierra ♪ ♪

Me gusta pensar que soy chilena porque algo me atraía hacia este país. Para qué creer en el azar? dirían por ahí. No creo que por simple azar me tocó nacer en esta delgada franja, habiendo tantos otros territorios para hacerlo.

Me gusta Chile porque es lindo, y cuando digo lindo me refiero a sus hermosos paisajes y a su gente.

Me gusta esa fuerza de chileno que hace que 16 millones de personas se sobrepongan a las catástrofes de la naturaleza, que hace que 33 hombres sobrevivan a las adversidades de las profundidades de la tierra, esa fuerza que nos mueve a levantarnos por nuestra gente, esa fuerza de las nuevas generaciones por mejorar la vida en nuestro Chile.

Me gusta que en Chile haya talento, que existan artistas de calidad de todas las áreas que luchan por sacar adelante la cultura en nuestro país, que llevan al pueblo la oportunidad de sentir desde la música hasta el teatro. Gracias a aquellos que han dejado de alguna manera trazado el camino para los nuevos artistas, que han sido inspiración para grandes trabajos actuales. Gracias a Violeta, a Víctor Jara, Pablo Neruda, Gabriela Mistral. Gracias a Los Jaivas, Inti Illimani, a La Ley, a Isabel Allende, a Tito Noguera, Delfina Guzmán y porqué no a Benja Vicuña y Santiago Cabrera que sacan la cara por nosotros afuera.

También me gusta que existan deportistas que se esfuerzan por obtener medallas que luzcan nuestro nombre inscrito en ellas, para que nuestro himno suene en las grandes capitales del mundo y los más grandes eventos deportivos. A pesar de que las organizaciones estatales encargadas del deporte no son de lo más eficiente, ellos siguen adelante, literalmente con el sudor de su frente, y logran conseguir triunfos que hacen que cada chileno se levante con más ganas y con más orgullo de ser chilenos. Gracias al Chino Ríos, al Feña González y al Nico Massú, a Marcelo Salas, Zamorano, Chupete Suazo, Alexis Sánchez, a las Rojitas de la selección de Hockey Patín, a Tomás González, Kristel Kobrich, Natalia Ducó y tantos otros.

Me gusta que cuando salgo a la calle todo está ordenado en la ciudad, no hay problemas de tránsito, no hay basura botada en las calles. Es verdad que de repente hay un basural por ahí por alguna fiesta, o que los micreros hacen lo que quieren por la pista de la derecha, pero hay que valorar que no hay un caos como en otros lugares cercanos de latinoamérica. Gracias por eso a los Carabineros que trabajan y trabajan aunque la paga no sea muy buena, a los trabajadores de limpieza, a las municipalidades.

Me gusta que la educación superior sea de calidad en las universidades estatales, que se formen buenos profesionales que en el futuro darán cátedra en su especialidad de manera internacional. Pero también me gustaría que esta educación estuviera al alcance de todos, la ansiada educación gratis que tanto soñamos, esa educación de calidad que muchos buscan pero que hoy a muchos les es esquiva.

Me gusta cuando la gente canta el himno nacional con ganas, aunque sólo sea para el 18 o para cuando juega Chile, me gusta ver las banderas flameando en las casas de los vecinos, me gusta ver una cueca bien bailada y escuchar nuevas versiones de los grandes clásicos de la linda música chilena.

Me gusta ver a las mujeres chilenas sacando a sus familias adelante, siendo profesionales destacadas, yendo a la par e incluso mejor que el género opuesto a pesar de que sigue habiendo injusticias con el tema. Me encantó ver a una Presidenta mujer que se echó al hombro al país y al mundo entero y que hoy logra reconocimiento mundial siendo asignada para un importante cargo en la ONU. Gracias Bachelet!

Me gusta la actitud de la mayoría de los chilenos, esa buena onda, ese "no hay problema, yo la ayudo", ese compañerismo entre compatriotas, esas tallas que salen en el momento justo. La solidaridad que hace juntar millones de dólares en la teletón y que hace que un grupo de jóvenes dedique sus fin de semanas a construir mediaguas.

Me gusta la empanada, el choripan, el pebre y sobretodo el asado a la parrilla. El pastel de choclo y el charquicán de mi abuela, el mote con huesillo y las manzanas asadas.

Hoy Chile es grande, y sí falta mucho por hacer también pero somos nosotros las nuevas generaciones los responsables de mover a nuestro país, de hacerlo reconocido a nivel mundial por sus políticas, de conseguir la educación y salud gratis. Esta en nosotros hacer un Chile más justo, más equitativo, que le de las mismas oportunidades a todos, que deje de ser reconocido por los "lanzas internacionales" y por "esos que se les pega el acento del lugar donde viajan" y empecemos a ser conocidos como "los chilenos, ese pueblo que se unió para construir un país ejemplar".